Diario Las Américas: Erika de la Vega se tuvo que reinventar cuando no lo necesitaba

La venezolana Erika de la Vega tuvo que reinventarse, aun cuando confesó que eso de la reinvención
le parece algo “antipático”.

“No me gusta eso de la reinvención, Porque a mí me tocó hacerlo en un momento en el que no lo necesitaba. Yo estaba bien conmigo misma [risas], con lo que estaba haciendo y con lo que había logrado a lo largo de mi carrera. Y por qué tendría que reinventarme si yo había trabajado tantos años para llegar adonde estaba”, manifestó la comediante y presentadora Erika de la Vega a Diario Las Américas

Por Wilma Hernández

“Estaba rebelde, porque era como nadar contra la corriente, pero me di cuenta de que te reinventas o mueres”, agregó.

“Tengo un punto de vista un tanto diferente; me relaciono mejor a través de la ironía”

Sin embargo, lo logró en las tablas de la mano de su conterráneo, el director de teatro Michel Hausmann, quien le propuso el desafío de estrenarse como actriz. Y cuando a eso se le agrega el hecho de hacerlo en un escenario que le es tan especial, simplemente fue una combinación que no pudo rechazar.

Sin embargo, lo logró en las tablas de la mano de su conterráneo, el director de teatro Michel Hausmann, quien le propuso el desafío de estrenarse como actriz. Y cuando a eso se le agrega el hecho de hacerlo en un escenario que le es tan especial, simplemente fue una combinación que no pudo rechazar. “Es un gran amigo y siempre he admirado su trabajo. Él me invitó a tener una pequeña participación en una de sus obras y yo le dije: ‘No, vale, llámame para actuar’. Y en dos días dio con esta obra de teatro”, relató.

Se trata de Puras cosas maravillosas (Every Brilliant Thing), del dramaturgo inglés Duncan Macmillan. La obra se exhibe en el Colony Theater, en Miami Beach el 29 de julio.

Se pondrá a las órdenes de Hausmann para interpretar a un personaje que, a través de diferentes etapas de su vida, narra cómo ha lidiado con el intento de suicidio de su madre, desde una perspectiva optimista, resaltando esas cosas por las que vale la pena seguir luchando.

La pieza aborda la depresión, una oscura realidad que muchos prefieren callar. Y la comediante ha optado por encarar su primer reto actoral como único sabría hacerlo: con el humor que la caracteriza.

“Es un tema muy conversado, pero aquí se aborda con humor. Y uno se pregunta, cómo un tema tan profundo se puede tratar con humor. Y sí se puede soy super creyente de la risa sana, creo que la única manera en que yo pudiera hablar de esos temas es riéndonos”, adelantó De le Vega.

Erika de la Vega

Anticipó que se valdrá de la audiencia para la puesta en escena. “Para contar esta historia, y que se entienda, necesito la ayuda del público, a quien daré la tarea de representar diferentes personajes. La gente le tiene terror a eso, pero siento que esta obra invita a querer ser parte del cuento”, adelantó.

Aseguró que más que una obra de teatro, es una experiencia que arrancará reflexiones y emociones inesperadas. “Es muy interesante y creo que es un tema del que hay que hablar. Hoy en día pareciera que no está permitido desahogarse cuando uno está triste, nostálgico, extraña a alguien, o simplemente cuando las cosas salen mal. Parece que no está permitido hablar, porque las redes sociales obligan a mostrar la mejor cara”, expuso.

“Es una obra que puede llevar a un momento de llanto y, de repente, a explotar en risa”, añadió.

Dijo estar ensayando el montaje todos los días, porque es precisamente el reto lo que la mantiene viva y con ganas de salir de casa. “Lo estoy disfrutando mucho, porque es algo completamente diferente.

También ser dirigida por un director como Michel, hace que sean como clases particulares de actuación que me están dando y yo las estoy gozando”, reveló.

Actuar había sido un anhelo antiguo que hoy ve realizado por atreverse a más. “Reinventarse es hacer lo que no había podido hacer. Yo en Venezuela, por el ritmo de trabajo que tenía, no pude hacer una obra de
teatro, estuve cerquísima, pero no lo logré”, expresó.

“Ahora me están regalando este tiempo para hacer esa obra que siempre quise hacer. Y llegó en el momento perfecto”, añadió.

De la Vega contó que está escribiendo la continuación de su acto de stand up comedy Tú no sabes quién soy yo con el que ha soy yo, con el que ha recorrido escenarios de EEUU, Latinoamérica y Europa.

Para quienes no la conocen, se describe como “súper impaciente” e “inconforme” con el sarcasmo
a flor de piel. “Siempre estoy buscando hacer algo nuevo, y hacerlo bien. Soy agridulce, creativa con un punto de vista un tanto diferente; me relaciono mejor a través de la ironía”, reveló.

Sobre cómo conquista nuevos seguidores, además de sus adeptos venezolanos, comentó que
en sus shows de comedia busca tocar temas universales con los que todos se identifiquen.

“Hablo de lo que tenemos en común de este lado del mundo. Por ejemplo, en el matrimonio pasan las
mismas cosas, sin importar el punto geográfico. En un ascensor pasa más o menos lo mismo”, explicó.

“Es una obra que puede llevar a un momento de llanto y, de repente, a explotar en risa”

“Abordo temas universales del humor femenino, esas cosas que nos pasan a las mujeres como las cirugías plásticas, los tratamientos nuevos, la maternidad, por supuesto; hablo sobre los regalos que nos dan los hombres, sobre el poder mágico de los piropos”, agregó.

Aunque afirmó que también es auténtico lo que hacen algunos de sus colegas que prefieren dirigirse a
un solo público.

“Hay comediantes, que quieren que los entiendan solo los venezolanos, porque buscan que la venezolanidad esté demasiado presente en sus trabajos y se propague por el mundo. Y
eso está muy bien, es súper válido”, explicó.

“En mi caso, he querido dejar de hablar de política, porque la situación venezolana ya no da risa. Entonces,
no quiero poner a la gente a sufrir”, añadió.

En cuanto a esas cosas que le parecen maravillosas, reveló que “la pizza
y las papas fritas son algo maravilloso; también despertarse tarde un domingo; que te lleven el
desayuno a la cama o una llamada del colegio de mi hijo diciendo que se portó muy bien; viajar en primera clase, ¿por qué no?, y una buena carcajada”.

“Disfrutaría mucho reencontrarme con algún amigo que hace tiempo no he visto. Creo que volver a
ver a alguien que quieres es una de esas cosas maravillosas por las que vale la pena vivir”