por Erika de la Vega

Mi Primera Obra de Teatro

Me encanta poder decir que voy hacer mi primera obra de otra, aunque decir “primera”me da terror.

Nunca me han gustado las primeras veces de nada. Ni cuando me di mi primer beso en la boca, ni mi primer día en la radio, ni mi primer día como mamá. Esa sensación de estar perdida, sin información, con esa sensación creyendo que sabes pero no sabes nada. Es lo mismo que sientes cuando sueñas que volviste al colegio y te encuentras a todas tus amigas y profesoras pero tú eres la única que fue desnuda a estudiar. Desprotegida, vulnerable, desubicada con mi traje de exploradora como Dora. Y en todas mis primeras veces me pregunto lo mismo: ¿Qué hago yo aquí?

He sabido librarme de esas torpes e incomodas primeras veces y bien vale intentarlo que quedarse con las ganas.

Hacer una obra de teatro lo tenía en mi “Wishlist” de cosas por hacer en la vida y pensé que gracias a mis giras haciendo stand up comedy sería la manera de estar cerca del teatro.

Hasta que un día Michel Hausmann gran amigo y director me comentó que tenía un texto “perfecto para mi”. Que angustia, las veces que he escuchado esa frase sucede todo lo contrario. Pero algo me pasa con Michel, no lo conozco mucho pero siento que lo conozco de toda la vida y por sus montajes y su gran trabajo en el mundo del teatro, siempre quise trabajar con él ¿pero en qué?

Y llegó la obra Puras Cosas Maravillosas” una historia sobre una niña de 7 años que comienza una lista de cosas por las que vale la pena vivir cuando se enfrenta al intento de suicidio de su mamá. Una lista que sigue llenando a lo largo de su adolescencia y la adultez, celebrando las alegrías y las dificultades que hacen que la vida sea realmente maravillosa.

No les voy a negar que siempre me he sentido más cómoda haciendo de mi misma que personificando a alguien más. Pero el reto de hacer una obra divertida sobre la depresión y el suicidio más que un reto profesional es un reto personal, porque soy una fiel creyente de que la risa sana.

Creo tanto en el poder de la comedia, que cuando me casé por civil quien ofició la ceremonia fue uno de los mejores comediantes de mi país, Laureano Márquez. Con una especie de sotana y una corbata con los tres chiflados selló nuestra unión con esta bendición: Lo que el humor une… que la tristeza no lo separe.

Decidí que esta fuera mi primera vez en el teatro porque llegó en el momento justo para hablar de un tema importante: la depresión,con la persona correcta: Michel Hausmann, en el lugar perfecto: el Colony Theater.

Y aunque es un “one woman show” el público me ayudará a contar esta historia y serán parte importante del cast de la obra..  Una obra que trata del valor de creer en la esperanza.

✔ Hacer mi primera obra de teatro.